1.PAPEL EDUCATIVO DE LAS MUJERES.
Las niñas no tenían derecho a educación, por lo que
solo aprendían a tejer e hilar, también algo de música y danza, pero en
general, las mujeres no continuaban su formación tras haber contraído matrimonio.
Las madres participaban en la educación del niño, en
la etapa de crianza, la madre tenía la responsabilidad de mantener al niño con
vida. En el periodo de crianza, los hermanos y las hermanas estaban bajo la
tutela femenina, por lo tanto, recibían la misma educación los niños que las
niñas, compartiendo los mismos juegos (jugando a la pelota, con animales
domésticos y pasteles) al igual que los espacios, esto se considera la base de
la educación. Cuando el niño cumple tres años es la hora de ser presentado a la
familia y, por lo tanto, pasan a ser un clan familiar.
En este período, se enseña habilidades de carácter
físico imprescindibles para su integración en la sociedad, como es el hablar,
el comer, el caminar, entre otros, también se transmiten valores como el
respeto a las tradiciones considerado como medio para convertirse en buenos
ciudadanos o en buenas madres y esposas. Para este aprendizaje moral y de
conducta están presentes los relatos míticos, trasmitidos por primera vez por
la madre.
A la llegada de los siete años, los hermanos y las hermanas comienzan a seguir caminos separados, los jóvenes varones seguían su proceso educativo para poder integrarse adecuadamente en la sociedad y las jóvenes continuaban en sus hogares junto a la madre. Ambos se preparaban para elaborar las tareas que le demandaba la poli. Esto provoca que la relación madre e hija se afiance ya que la madre es la encargada de enseñas a la hija las labores de la casa como:
Hilar e tejer: en los epitafios dedicados a las mujeres se recordaría el trabajo de la lana como símbolo de la mujer sabia.
Cocinar: aunque las fuentes no le concedan tanta importancia como al tejido, la elaboración de algunos productos, como la harina, y la preparación de alimentos eran habilidades fundamentales.
Otras tareas: limpiar, ir a por agua a la fuente, preparar remedios caseros y supervisar las tareas de la servidumbre.
Tomar música y bailar danza: el inicio de ese aprendizaje debería ser previo a la ejecución del rito y el entorno familiar, como el resto de los saberes, sería el contexto más favorable. Los instrumentos musicales se encontraban entre los objetos que los jóvenes conservaban como otras cosas que significaría la ruptura con la infancia y el inicio de la madurez del niño.
Saber leer y escribir: estos saberes eran poco comunes entre las mujeres, pero no alcanzables.
2.LA FAMILIA Y EL MATRIMONIO.
El papel que ejercía la mujer eran un papel doméstico
que fue evolucionando a lo largo de los años incorporando a la mujer a trabajos
fuera de las casas, pero igualmente debían de ejercer su trabajo doméstico. La
mujer desde su nacimiento está bajo la tutela del hombre de la casa, es decir,
su padre que en el caso de que muera el padre quedaran bajo las órdenes de un
hermano hasta que llega el momento del matrimonio, que pasaría a manos del
esposo. El matrimonio estaba rodeado en una trasferencia de propiedades, en la
época oscura el novio le daba regalos al padre de la novia cuando el matrimonio
ya era acordado; en cambio, en la época clásica se cambiaron los roles, era la
novia la que aportaría en forma de dote los regalos, los cuales consistía en
una cantidad de dinero destinada al primer hijo.
3.DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER.
El papel de la mujer en la Antigua Grecia se marcaba,
al igual que los hombres, en si nacía o no en el seno familiar ciudadano ya que
la ciudadanía griega no entendía a toda su población como ciudadanos ni
siquiera las mujeres eran incluidas completamente en la sociedad, estaban
excluidas al igual que los niños, esclavos y extranjeros; pero las mujeres
podían transmitir la ciudadanía heredada de sus padres, en otras palabras, un
ciudadano griego solo se podía casar con una ciudadana griega.
Las mujeres griegas no podían acudir a reuniones de la
Eklesía, ni tampoco podían votar, es decir, no tenían ni voz ni voto. Ni hablar
de ocupar cargos administrativos o ejecutivos, ni mucho menos dar discursos
políticos en público, ni ser miembro de los concilios, ni formar parte de un
jurado, dicho de otro modo, no tenían derechos políticos.
Frente a esta
exclusión de la vida política de las mujeres, la cualidad más deseable es el
silencio, que este silencio es considerado por los griegos como un deber para
la mujer aparte de ser una virtud de esta; además, también se le atribuye otras
cualidades como la sumisión y la abstinencia respecto a los placeres del
hombre, al igual también tenía varios papeles para desempeñar en la sociedad,
estos eran el de esposa, concubina, prostituta o cortesana, este último papel
es el que curiosamente le da más libertad a la mujer ya que se trata de un
término entre medio del de prostituta y mujer de compañía y le proporciona a la
mujer poder asistir a banquetes masculinos, salir a la calle e incluso tener
propiedades.
En otras palabras, la mujer no eran ciudadanas
griegas, pero eran necesaria su presencia para el desarrollo de la vida social
ya que sin ellas no habría niños para seguir creciendo como población. Las
mujeres eran discriminadas por ser mujer ya que se cree que el hombre es
superior por naturaleza a la mujer.
La ciudad griega se encuentra dividida en un espacio público y otro privado: el primero, las calles, el mercado, el ágora de la ciudad, estaba reservado para los hombres; a las mujeres pertenecían el espacio cerrado del hogar. Así las tareas domésticas y la industria del tejido eran las actividades realizadas por las mujeres griegas libres y ciudadanas principalmente. No obstante, el papel de la mujer en la estructuración y la planificación de la poli era muy importante, aunque su papel sea paciente.
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