Se consideran mitos a las fábulas utilizadas para enseñar que cuentan las historias de héroes o dioses de la Antigüedad. Entre esas enseñanzas pueden encontrarse numerosas referencias al origen del universo o los dioses; cómo apareció la vida en la Tierra y su desarrollo; y sobre a lo que nosotros nos interesa en particular: la música.
Apolo y Dafne
El mito de Apolo y Dafne es un relato mitológico griego que nos cuenta por qué el joven Apolo fue castigado por Eros, dios del amor. Y es una historia que además explica por qué el laurel se ha usado en ésta como el “premio” a los vencedores.
Apolo (hijo de Zeus y Leto), y dios de las artes y la música, era joven y muy atractivo. Pero cometió un gran error. Un día, cuando Eros (dios del amor), practicaba con su arco y sus flechas, se burló de él.
Eros se enfadó tanto que decidió castigarlo. Y tomó dos flechas: una de oro con la punta de diamante y otra de hierro con la punta de plomo. La flecha de hierro se la clavó a la bellísima Dafne; y la de oro se la clavó en el corazón a Apolo.
Dafne era una hermosa ninfa a la que le gustaba pasear por el bosque. Le encantaba la caza y a pesar de su belleza, rechazaba a todos sus pretendientes. Ella quería ser soltera. Y entonces Eros aprovechó que Apolo cazaba en el bosque, para clavarle la flecha en el corazón y así conseguir que éste se enamorara perdidamente de Dafne, mientras que la flecha que le clavó a la ninfa, hizo que solo pudiera sentir repulsión por él.
Y al final Apolo estaba tan desesperado que pidió ayuda a los demás dioses, que intercedieron por él para que pudiera atraparla. Pero, ella le imploró a su padre (dios del río), para que le ayudara, y fue entonces cuando la joven se convirtió en un árbol: el laurel.
Y desde entonces, el laurel fue escogido por Apolo para premiar a los triunfadores.
Como reflexión del mito, podemos observar la intención de Dafne de vivir sin casarse, de ser independiente y ajena al placer sexual. Es una decisión libre y personal que demuestra la independencia y libertad de esta ninfa, que da más importancia a sus sentimientos y deseos personales que a la belleza externa y pasajera. Dafne aquí simboliza el triunfo de la libertad sobre el desenfreno y deseo sexual (encarnado por Apolo).
Y Apolo fue “envenenado” de obsesión, lo que demuestra que las obsesiones nunca nos llevan a un buen camino. Terminan haciéndonos daño a nosotros mismos o a otras personas.
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